Aprende una estrategia basada en la iglesia.
Seis maneras en que tu iglesia puede ministrar a quienes tienen VIH/SIDA
Cuidar y aliviar al enfermo:
Las iglesias han recibido el mandato de mostrar compasión. Ese es su llamado.
¡El amor no deja opción! Las iglesias locales son las únicas organizaciones distribuidas en casi todas las comunidades alrededor
del mundo, capaces de expresar compasión. Sus miembros pueden prodigar cuidado físico y emocional en los hogares.
Efectuar las pruebas y aconsejar:
Las iglesias son las entidades más confiables de las comunidades, por ende,
la gente puede estar mejor dispuesta a hacerse pruebas y recibir consejo. El sólo hecho de practicarse una prueba, ha demostrado
que promueve un comportamiento más saludable. Los miembros pueden realizar el cuidado físico y emocional en los hogares.
Desplegar una fuerza laboral voluntaria:
Las iglesias conforman la fuerza laboral más grande del planeta;
2 mil millones de miembros. ¿Qué sucedería si la mitad de ellos se movilizara? En el mundo no hay suficientes profesionales para enseñar prevención,
administrar tratamientos, y cuidar a aquellos que lo necesitan. Hay una gran fuente de recursos, talentos y energías humanas que no están siendo utilizados;
están sentados en las iglesias esperando ser movilizados.
Remover el estigma:
Las iglesias deben contener a los que están infectados. Pueden reemplazar el rechazo por la misericordia.
La iglesia debe remover el abuso y la alineación, pues estimula la fe, la esperanza, el amor, el perdón, y la gracia;
todo un apoyo espiritual que ninguna empresa o gobierno puede ofrecer.
Promover el comportamiento saludable:
El VIH/SIDA es complejo, sin embargo, es prevenible. Las iglesias gozan de la reputación
moral que les permite desafiar los estilos de vida que conllevan un alto riesgo; además, pueden ofrecer a las familias un parámetro moral imperativo,
basado en la abstinencia y la fidelidad. Para resistir la presión de los pares y la reincidencia, la fidelidad requiere fe.
Ayudar en la nutrición y la medicación:
La iglesia posee el sistema de distribución más grande del planeta. ¡Ya se encuentra
desplegado en este momento! En millones de villas, lo único que hay es una iglesia. Para que el tratamiento llegue a todo el mundo,
debemos desarrollar un tratamiento modelo basado en el apoyo de las iglesias. Las organizaciones vienen y van, pero las iglesias siempre están allí.
Los miembros pueden ser entrenados para dar apoyo y distribuir medicamentos, así como suplementos nutritivos esenciales. Las iglesias pueden administrar cuidados previos al tratamiento,
educación durante el tratamiento, apoyo personal, terapia de observación directa, y educación sobre el tratamiento para toda la familia.